Señor, Enséñanos a Orar: 6 Pasos para Orar Correctamente
¿Te gustaría aprender a orar correctamente? ¿Quisieras orar más y mejor? ¿Te cuesta saber qué palabras decir o qué orden seguir cuando oras a Dios? No eres el único.
Contenido de este artículo
La Biblia muestra que los discípulos sintieron esta necesidad y le pidieron ayuda a Jesús sobre cómo orar:
Aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de Sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos».
Lucas 11:1
Esta petición nos enseña al menos tres cosas:
- No todos los creyentes saben orar correctamente
- Dios no nos rechaza si no sabemos orar
- Podemos aprender a orar si se nos enseña correctamente
Por eso, en este artículo quiero compartir contigo un método de oración que te ayudará a saber cómo estructurar tus oraciones al Señor, desarrollar el hábito de la oración con más consistencia, y crecer espiritualmente en tu relación con Dios.
Este método para orar ha sido usado por millones de cristianos alrededor del mundo, desde que el gran comentarista bíblico puritano Matthew Henry lo publicó por primera vez en 1710.
Si lees inglés, puedes acceder a una versión interactiva de A Method for Prayer de Matthew Henry, haciendo clic aquí. Pero si quieres la versión resumida de ese libro de cientos de páginas, sigue leyendo.
La importancia de orar con sinceridad
Muchos cristianos piensan que la oración no necesita seguir una estructura específica. Argumentan que el único parámetro válido para evaluar la oración es nuestra sinceridad delante de Dios.
Estoy de acuerdo con esta apreciación, pero solo parcialmente.
Es cierto que la sinceridad del corazón es el aspecto más importante cuando oramos al Señor. De nada valdría una oración bien estructurada si no fluye de un corazón sincero.
La Biblia contiene ejemplos de esta verdad:
- El Señor escuchó y respondió la oración angustiada de Ana (1 Sa. 1:10).
- El Señor no rechaza un corazón contrito y humillado (Sal. 51:17).
- Dios respondió la oración del publicano, no la del religioso (Lc. 18:14).
- Jesús rechazó las repeticiones mecánicas al momento de orar (Mt. 6:7).
Sin embargo, aunque la sinceridad del corazón es el aspecto más importante de nuestras oraciones, la necesidad de saber cómo orar correctamente sigue en pie.
La necesidad de una estructura en la oración
Sin duda, los discípulos de Jesús eran sinceros, pero eso no hizo a un lado la necesidad que tenían de aprender cómo orar a Dios correctamente. Es más, creo que la sinceridad del corazón fue lo que impulsó el deseo de aprender a orar.
Por eso, se acercaron a Jesús con esta petición: «Señor, enséñanos a orar».
Creo que esta petición nos revela una cosa más: Aprender a orar es importante.
Es tan importante, que los discípulos pidieron al Señor que les enseñara cómo hacerlo, y el Señor inmediatamente se tomó el tiempo para enseñarles.
Jesús no les dijo: «Ustedes no necesitan estructurar sus oraciones; solo necesitan ser sinceros.»
Al contrario, les dijo: «Oren de esta manera».
En otras palabras, les estaba diciendo: «Este es el contenido y la estructura de la oración».
A la par de un corazón sincero, necesitamos estructurar nuestras oraciones de manera ordenada. Esto hace que nuestras oraciones tengan un orden y que orar sea menos difícil para nosotros.
Matthew Henry lo expresa de esta manera:
Es requisito para el cumplimiento decente del deber [de la oración], que se observe algún método apropiado, no solo que lo que se diga sea bueno, sino que se diga en su debido lugar y tiempo; y que no ofrezcamos nada a la gloriosa Majestad del cielo y de la tierra, que sea confuso, impertinente y no digerido.
Matthew Henry, A Method for Prayer, Preface
Y para estructurar nuestras oraciones, pocas cosas funcionan mejor que el famoso método de oración que este creyente de siglos pasados nos heredó.
Nota – El Padrenuestro es la mejor estructura y contenido para orar. Deberías usarlo más a menudo. 🙂
6 pasos para orar correctamente (el método de Matthew Henry)
En nuestros días, es común intercambiar mensajes con nuestros amigos y familiares por medio de WhatsApp u otras aplicaciones. Muchas de esas conversaciones se vuelven interminables y duran horas, días, meses, e incluso años.
Así justamente funcionan la lectura de la Biblia y la oración, según Henry:
La Biblia es una carta que Dios nos ha enviado a nosotros; la oración es una carta que nosotros le enviamos a Él.
Matthew Henry, Daily Communion with God, p. 81.
La lectura de la Biblia y la oración son como una eterna correspondencia entre nuestro Creador y nosotros. Dios nos habla por medio de la Biblia; nosotros le hablamos a Él por medio de la oración.
Por tanto, al hablar al Señor de la creación, necesitamos buscar que nuestro discurso esté revestido de sinceridad, pero también de una idea clara de la dignidad de Aquel a quien nos estamos dirigiendo.
Y para lograr esto, Matthew Henry propuso organizar la oración en 6 partes:
- Adoración
- Confesión
- Petición
- Agradecimiento
- Intercesión
- Conclusión
Estos pasos de oración me han servido muchísimo en mi vida de oración y creo que podrían servirte también.
Veamos cada uno a continuación.
Paso 1. Adora a Dios con reverencia
Si somos conscientes de quién es Dios, no nos tomaremos a la ligera el hecho de dirigirnos a él en oración.
Mira lo que Matthew Henry escribió:
Debemos dirigirnos solemnemente a ese Ser infinitamente grande y glorioso con el que tenemos una relación.
Debemos hacerlo como aquellos que creen plenamente en su Presencia y sienten temor sagrado y reverencia ante su Majestad.
Debemos adorar reverentemente a Dios como un Ser trascendentalmente brillante y bendito, autoexistente y autosuficiente; un Espíritu infinito y eterno, que tiene todas las perfecciones en sí mismo; y darle la gloria de sus títulos y atributos.
A Method for Prayer
La Biblia dice que Dios es el creador del universo (Gn. 1:1), que toda la creación le pertenece y le glorifica (Sal. 19:1, 95:3-5), y que él habita en luz inaccesible (1 Ti. 6:16).
Por tanto, lo primero que debemos hacer cuando oramos es reconocer quién es la Persona a la que nos estamos dirigiendo. No es alguien igual a nosotros. Es nuestro Creador.
Jesús Adrián Romero escribió una canción que habla de esta realidad:
No es como yo
No es como yo
Él es santo y es perfecto
Es sublime y es eterno
No hay comparación
No es como yo
Él trasciende lo que existe
Y de majestad se viste
No hay comparación
Si comienzas tus oraciones reconociendo quién es Dios y adorándole con reverencia, has dado el primer paso para orar correctamente.
Paso 2. Confiesa tus pecados al Señor
Luego de reconocer la dignidad del Dios a quien nos dirigimos en oración, debemos proceder a reconocer sinceramente que nuestra vida no refleja esa dignidad, pues pecamos constantemente.
En otras palabras, debemos confesar nuestros pecados al Señor, no porque él no los conozca ya, sino porque aceptamos en su presencia que somos pecadores, y que necesitamos de su perdón (Lc. 18:13).
Matthew Henry escribió:
Debemos reconocer la gran razón que tenemos para humillarnos profundamente ante Dios, avergonzarnos de nosotros mismos cuando entramos en Su presencia, y temer Su ira, al habernos vuelto odiosos a Su santidad y merecedores de Su justicia [por nuestros pecados].
Debemos aprovechar la gran motivación que Dios nos ha dado para humillarnos ante Él con tristeza y vergüenza, y confesarle nuestros pecados.
Debemos lamentar nuestras actuales disposiciones corruptas hacia lo malo y nuestra falta de disposición e impotencia hacia lo bueno.
A Method for Prayer
Decir que nos hemos vuelto «odiosos a Su santidad y merecedores de su justicia» son palabras mayores. Sin embargo, considero que estas palabras reflejan una visión adecuada de la gravedad del pecado.
La Biblia dice que somos abominables y viles a causa del pecado (Job. 15:15-16) y que nadie que esté contaminado con el pecado puede tener comunión con Dios (Ro. 3:23). Esa fue la experiencia del profeta Isaías cuando fue confrontado por la santidad de Dios:
Entonces dije:
Isaías 6:5
«¡Ay de mí! Porque perdido estoy,
Pues soy hombre de labios inmundos
Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito,
Porque mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos».
Si el primer paso de la oración se trata de reconocer la santidad y la gloria de nuestro Dios, el segundo paso se trata de reconocer nuestra pecaminosidad y bajeza a causa del pecado.
Cuando oramos, necesitamos confesar nuestros pecados al Señor, reconocer todas las cosas en las que le hemos fallado, aceptar que no somos dignos de estar en Su presencia. Al mismo tiempo, necesitamos reconocer con alegría la gracia de nuestro Dios al invitarnos a venir ante él en oración.
Algo que me parece importante es que Henry sugiere confesar tanto lo malo que hemos hecho como lo bueno que no hemos hecho. Dice que debemos reconocer nuestra inclinación hacia las cosas malas y nuestra negligencia hacia las cosas buenas.
Paso 3. Haz tus peticiones con fe
Ahora que hemos derramado nuestro corazón delante del Señor, confesando nuestros pecados, es momento de avanzar hacia nuestras peticiones.
Matthew Henry recomienda que pidamos al Señor por las siguientes cosas:
- El perdón y la remisión de nuestros pecados
- Reconciliación con Dios por medio de Cristo
- Una sensación reconfortante de haber sido perdonados y reconciliados con Dios
- Poder para mortificar el pecado en nuestras vidas
- Una gracia que nos sostenga y nos haga mejores creyentes cada día
- Preservación de las calamidades de la vida
- Provisión de toda cosa buena para nuestra vida
El Señor prometió que la forma de recibir bendiciones de Dios es pidiéndolas (Mt. 7:8). Incluso, nos animó a orar insistentemente por aquellas cosas que necesitamos (Lc. 18:1).
El apóstol Juan nos enseñó que, cuando oramos conforme a la voluntad de Dios, él nos oye (1 Jn. 5:14).
El apóstol Pablo llamó a los creyentes a cambiar la desesperación por oración, y expresar todas las peticiones al Señor (Fil. 4:6-7), confiando en su voluntad.
Si lo piensas por un momento, notarás que nuestras peticiones, por muy pequeñas o grandes que sean, no son molestas al Señor.
Él sabe de qué cosas tenemos necesidad (Mt. 6:8), pero nos anima a expresar nuestras peticiones en oración.
Es importante notar que las peticiones que expresamos al Señor no se refieren solo a las cosas materiales, ni se limitan solo a las cosas espirituales.
Aprovechemos, entonces, a pedir con plena confianza por las cosas espirituales y las materiales, confiando en que la voluntad del Señor es siempre buena para con sus hijos.
Paso 4. Da gracias al Señor por su favor
La vida cristiana es una vida de agradecimiento constante, y nuestras oraciones deben reflejar esa realidad.
Aunque acabamos de poner delante del Señor las peticiones que esperamos que él nos otorgue en el futuro, no debemos pasar por alto las cosas que él nos ha otorgado en el pasado y nos sigue otorgando hasta este dia.
Matthew Henry escribe:
Debemos animarnos a alabar a Dios, considerando tanto la razón como el estímulo que tenemos para alabarlo.
Debemos agradecer la bondad de Su providencia relacionada con nuestros cuerpos y la vida presente.
La bondad de Su gracia relacionada con nuestras almas y la vida venidera.
A Method for Prayer
Los creyentes sabemos que contamos con el favor del Señor en todas las etapas de la vida. Por tanto, debemos traer a nuestra memoria y a nuestras oraciones aquellas cosas que el Señor nos ha otorgado en el pasado, aquello con lo que nos sostiene en el presente, y aquello que forma parte de nuestra esperanza segura para el futuro.
Agradecer de esta manera nos permite cumplir el llamado bíblico a dar gracias a Dios por todo y en todo momento (1 Tes. 5:18). El apóstol Pablo enseña que esa es la voluntad de Dios, que seamos agradecidos.
¿Y qué mejor manera de expresar nuestra gratitud al Señor que por medio de nuestras oraciones?
Paso 5. Intercede por otros delante del Señor
Muchos cristianos piensan que el término intercesión está reservado para las hermanas más ancianas de la iglesia local, que se reunen a orar por otros y a visitar a los enfermos.
Pero la intercesión por otros delante del Señor es un papel que todos debemos cumplir. Es parte integral de nuestra oración.
Mira lo que escribe Matthew Henry:
Debemos orar por todo el mundo, por la humanidad perdida; y así debemos honrar a todos los hombres y, según nuestra capacidad, hacer el bien a todos los hombres.
Por la propagación del evangelio en partes extranjeras y la expansión de la iglesia al traer a muchos a ella.
Por la iglesia universal dondequiera que esté dispersa, y por todos sus intereses.
Por la convicción y conversión de ateos, deístas e incrédulos, y todos los que están fuera del camino de la verdad, de los burladores profanos, y de aquellos que des
A Method for Prayer
¿Notaste por cuántas cosas necesitamos orar? Nuestras oraciones delante del Señor no solo son buenas en el marco personal.
Orar por nuestro mundo, por los perdidos y por la Iglesia del Señor es una manera en que podemos cumplir nuestro llamado de ser sal y luz (Mt. 5:13-16).
Tus oraciones son necesarias, porque es mediante ellas que el Señor sostiene el mundo, permite que el evangelio avance, y que la Iglesia siga adelante.
¡Qué privilegio más grande! ¿No crees?
Matthew Henry también recomienda orar por la sabiduría y preservación de nuestros gobernantes, por la paz de nuestros lugares de habitación, y porque vivamos en un mundo mejor.
Para estas cosas, muchos de nosotros ponemos la confianza en los políticos y los gobernantes. Pero debemos reconocer que Dios es la única fuente de todo bien para nosotros y para el mundo que nos rodea (Sal. 16:2; Stg. 1:17). Por tanto, a él debemos acudir en oración.
Paso 6. Cierra tu oración confiando en Cristo y alabando a Dios
¿Cómo cierras tus oraciones? ¿Qué dices al Señor cuando estás terminando de orar?
Henry recomienda encomendarnos a la gracia de Dios y terminar de orar tal como comenzamos: con alabanza.
Mira lo que escribe:
Podemos recomendar entonces nuestras vidas a la guía, protección y gobierno de la gracia divina, tanto en los servicios futuros que nos esperan como en el curso completo de nuestra vida.
Finalmente, podemos concluir todo con Doxologías, o alabanzas solemnes a Dios, atribuyendo honor y gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y sellando todas nuestras alabanzas y oraciones con un afectuoso Amén.
A Method for Prayer
La manera en que terminamos nuestras oraciones es tan importante como la manera en que iniciamos. Orar correctamente implica cuidar todo el contenido de nuestras oraciones. No simplemente debemos acelerar nuestras palabras en el último momento de la oración.
Debemos tomarnos un tiempo para recordar la dignidad de la persona a la que nos hemos dirigido. También debemos tomar un tiempo para recordar lo pequeños que somos frente al gran Dios de todo el universo.
Esto nos llenará de una consciencia de la gracia que necesitamos para que nuestras peticiones sean escuchadas, consideradas y cumplidas según la voluntad de Dios.
¿Me escucha Dios si no oro correctamente?
Al considerar estos 6 pasos para orar correctamente que nos legó el gran comentarista Matthew Henry, no puedo hacer más que reconocer cuán incorrectas son mis propias oraciones. Me encantaría orar más y mejor, pero muchas veces no oro como debería.
Creo que también te ha pasado, pero tengo una palabra de consuelo para ti.
Mi deseo es que el Señor te conceda aprender a orar correctamente. Pero si por al guna razón no lo haces de la manera correcta, tranquilo.
El Espíritu Santo corrige tus oraciones e intercede por ti:
De la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. No sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Que el hecho de no saber orar no te impida el privilegio de tener una audiencia con el Creador y Sustentador de todas las cosas. Él te escuchará y concederá tus peticiones conforme a su voluntad.