Cómo glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre
Glorificar a Dios es una frase muy popular en el cristianismo. Y no es de sorprenderse, ya que el fin último de todas las cosas es la gloria de Dios (Ro. 11:36). Sin embargo, hay cierta confusión respecto a cómo podemos glorificar a Dios en la práctica. Algunos se enfocan en lograr grandes números de gente alcanzada con el mensaje cristiano; otros hacen grandes conciertos y cruzadas; y otros piden una iluminación especial sobre cómo pueden glorificar a Dios en sus vidas.
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Lamentablemente, aunque no dudo que Dios pudiera ser glorificado en estas cosas, creo que debe haber una respuesta clara sobre cómo los cristianos pueden glorificar a Dios. La respuesta a esa pregunta fue formulada en por lo menos dos de los catecismos históricos: el Catecismo Menor de Westminster y el Catecismo de Spurgeon, que es una edición del primero, desde una perspectiva bautista.
El catecismo dice así en su segunda pregunta:
¿Qué regla ha dado Dios para hacernos saber cómo podemos glorificarle y disfrutar de él?
Y la respuesta que da es la siguiente:
La Palabra de Dios que se encuentra en las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento es la única regla para hacernos saber cómo podemos glorificar a Dios y disfrutar de él.
Uno de los pasajes que el catecismo provee para respaldar tal respuesta es 2 Timoteo 3:16, aunque nosotros podríamos agregar el versículo 17 también:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Este versículo no deja lugar a dudas ni especulaciones sobre cómo podemos glorificar a Dios. Él nos enseña cómo glorificarle por medio de su Palabra, la Biblia. No necesitamos sueños ni manifestaciones sobrenaturales. Tenemos todas las cosas que pertenecen a la vida cristiana en las Escrituras del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento (2 Pe. 1:3-15).
La Biblia proviene de Dios
El versículo dice que la Biblia es «inspirada por Dios». Esto significa que todo lo que dice la Biblia proviene de Dios. Cuando abres tu Biblia y lees en Génesis, Crónicas o Mateo, estás ante la Palabra de Dios.
La Biblia no simplemente es un libro. Es el Libro de Dios. Este libro divino tiene autoridad para decirnos cómo vivir y qué creer. Es en la Biblia que Dios se comunica con nosotros y nos ha revelado la manera en que debemos glorificarle.
La Biblia es útil para enseñar
En la Biblia, Dios ha revelado las verdades que necesitamos creer acerca de la salvación y acerca de la vida cristiana en general. La Biblia es el libro de texto de la fe cristiana, por decirlo de alguna manera.
Los cristianos fueron conocidos como “discípulos”, que podemos entender como seguidores o aprendices. Y eso es lo que somos: personas que han sido salvadas del pecado para conocer a Dios y seguirle (Jn. 17:3).
La Biblia es útil para reprendernos
¿Cómo te das cuenta cuando tus creencias y prácticas no son correctas? Por medio de la Biblia. Es ella la que nos reprende y nos hace saber cuando cometemos pecados y errores.
Si ella es la que nos enseña lo que es correcto sobre Dios, entonces se esperaría que ella misma sea la que nos reprenda cuando nuestro entendimiento y caminar con Dios no sea el adecuado.
La Biblia es útil para corregir
La Biblia no simplemente nos deja con el sentimiento de culpa de haberle fallado a Dios, sino que nos trae de regreso a la verdad. Nos muestra el error, pero también nos muestra lo correcto.
¿De qué nos serviría un libro que no tenga nada que decir a nuestra vida? Sería simplemente un libro de información. Pero la Biblia es un libro de formación. Es por medio de la enseñanza, reprensión, corrección y orientación bíblicas que Cristo es formado en nosotros.
La Biblia es útil para instruir en justicia
El razonamiento humano puede recomendarnos hacer nuestro mayor esfuerzo para encontrar respuestas sobre cómo debemos vivir. Pero la Biblia, luego de mostrarnos lo correcto, sirve para instruirnos nuevamente en el camino correcto y dar continuidad a nuestro perfeccionamiento. Ese un motivo importante para darle gracias a Dios.
La Biblia nos prepara para glorificar a Dios
Al final, todo el proceso de perfeccionamiento cristiano tiene el propósito de prepararnos para vivir en buenas obras, obras que glorifican a Dios. La Biblia también existe para la gloria de Dios. Es el libro que glorifica su nombre y nos enseña a nosotros cómo podemos glorificarle con nuestra forma de vivir. Y sabemos que en glorificarle hay gozo y disfrute verdaderos.
PREGUNTA: ¿Estás aprendiendo cómo glorificar a Dios con base en la Biblia?
Este artículo fue originalmente escrito y publicado en 2019.
