Recuerda estas 6 Verdades Bíblicas Todos los Días

«Recordar es volver a vivir», dicen comúnmente las personas. Y esto es cierto. Cuando recordamos episodios tristes en nuestra vida, por un momento experimentamos la misma tristeza que sentimos al momento de atravesar la adversidad. Lo mismo sucede cuando recordamos experiencias de alegría y placer. Por eso, hoy quiero compartirte 6 verdades bíblicas que deberías recordar todos los días, con la esperanza de que al recordarlas puedas experimentar la seguridad, el consuelo y el ánimo que estas verdades dan a la vida de los creyentes.

1- Dios es tu Creador

La Biblia enseña que Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que habita en ellos (Gn. 1:1). Esto incluye a los seres humanos (Gn. 1:27). ¡Te incluye a ti! Dios te formó en el vientre de tu madre. Planeó crearte y darte vida desde antes de que nacieras. Por tanto, no eres una casualidad. Tu existencia tiene un propósito, y tal propósito responde a la voluntad de Aquel que te creó. En pocas palabras, existes para la gloria de Dios, para agradarle con todo lo que eres y haces.

2- Dios te Ama

La Biblia enseña que, en su esencia misma, «Dios es amor» (1 Jn. 4:8). Si alguna vez quieres comprender la esencia del amor, el misterio del amor, la expresión más genuina de amor, ocúpate en conocer a Dios. Aunque no te garantizo que lo comprendas intelectualmente, seguro lo experimentarás en tu vida. Recordar que Dios es amor nos ayuda a sentirnos amados y aceptados por Dios; y a la vez nos motiva a amar a los demás de la misma manera.

3- Tú eres un Pecador

Dios te creó para que reflejes su gloria y vivas en comunión con él. Sin embargo, has pecado y eso te separa de Dios (Ro. 3:23). Esto significa que te has alejado del propósito para el que fuiste creado. No has buscado la gloria de Dios, sino la tuya propia. Lo haces con tus palabras, tus pensamientos y tus acciones. Eso te pone en una situación muy complicada, porque has ofendido al Dios que te creó, y él no tendrá por inocente al culpable.

4- Jesús es tu Salvador

Afirmar o creer que necesitas un salvador es un duro golpe a tu ego y autosuficiencia. Siempre creemos tener todo bajo control, pero no es así. Nuestro pecado nos controla. Afortunadamente, la Biblia enseña que Dios te amó tanto que dio a su Hijo unigénito, para que, al creer en él, no te pierdas, sino que tengas vida eterna (Jn. 3:16). Jesús murió en la cruz por tus pecados. Murió para salvarte. Esta es tu única esperanza y seguridad en la vida.

5- Dios es tu Padre

Si recibes a Jesús tal como el Señor lo ofrece en el evangelio, sin duda eres un hijo de Dios. La Biblia enseña que a todos los que reciben a Jesús y creen en él, el Señor les ha dado el derecho de ser hijos de Dios, recuperar la comunión con él y llamarle Padre (Jn. 1:12). Somos adoptados en la familia de Dios y tenemos una relación cercana con Él. Esto nos ayuda a sentirnos amados y protegidos por Dios; y nos motiva a vivir una vida que le honra.

6- El Espíritu Santo te Acompaña

Aunque el Señor Jesucristo está en el cielo, los creyentes no están solos. El Espíritu Santo ha venido para consolarte, enseñarte la verdad y acompañarte en todas las situaciones de la vida (Jn. 14:26). Por medio de la oración y la lectura de la Biblia, el Señor te guía en la toma de decisiones para cumplir el propósito de glorificar a Dios en todas las cosas. Cuando fallas, el Espíritu Santo te restaura y te pone de nuevo en los términos correctos. Él te consuela y te ama.

Si tienes estas verdades en tu mente cada día, seguramente tu vida cristiana no estará desprovista de aquello que necesitas para vivir en un mundo que se cae a pedazos.